Si vives en un piso de segunda mano al que le vendría bien un lavado de cara, renovar las puertas de casa es una de las opciones más sencillas, económicas y resultonas. Te contamos cómo lo hicimos nosotros.
Nuestra casa es un piso de segunda mano, de mediados de la década de los 70. Cuando nos mudamos aquí, su estado era bastante aceptable para entrar a vivir sin hacer obra. Por esto, nos instalamos tal cual estaba la casa, con la idea de ir haciéndole cambios y reformas parciales poco a poco. Y así lo vamos haciendo, como iremos contando por aquí.
Desde la primera visita, le vimos dos grandes puntos débiles: las ventanas y las puertas. Las ventanas tardamos algo más en cambiarlas, ya que requerían más presupuesto y obra. Pero renovar las puertas de casa fue lo primero que hicimos una vez estuvimos instalados. Con poco esfuerzo y dinero, se puede obtener un resultado muy bueno.
Al final de este artículo encontrarás un listado de todos los materiales que empleamos para realizar este trabajo.
Cómo renovar las puertas de casa con poco presupuesto
Las puertas de nuestra casa son las típicas puertas huecas de madera, con interior de cartón tipo nido de abeja y una plancha fina de madera en cada cara. Los pomos eran dorados y las bisagras también. En general, cuando llegamos a esta casa, su estado era bastante malo y hacían que el piso pareciera mucho más viejo.
Sin embargo, no queríamos cambiarlas por otras nuevas. El motivo es que no descartamos cambiar el suelo de toda la casa dentro de unos años, y por esto, preferimos esperar a cambiar el suelo y las puertas al mismo tiempo. Como a veces el suelo nuevo tiene diferente grosor o se instala sobre el ya existente, puede variar considerablemente la altura del mismo. Por tanto, no nos apetecía invertir en unas puertas nuevas para dentro de poco tiempo tenerlas que desmontar y lijar para adaptar al nuevo pavimento. Por este motivo, optamos por renovar las puertas de casa con pintura, molduras de madera y nuevos pomos.

Antes y después de la renovación
Molduras de madera para dar relieve
Para dar cierto relieve a las puertas y mejorar su apariencia, optamos por hacer sobre ellas un par de rectángulos formados por molduras de madera de pino. Las compramos en Leroy Merlin. Sobre una de las puertas desmontada, dibujamos los dos rectángulos con un lápiz. Cuando nos convenció cómo quedaban, marcamos todas las molduras de madera para cortarlos a la medida.
En este caso, pedimos a mi padre que nos echara una mano cortando los listones y los cortó con su ingletadora, de forma que las esquinas se unen perfectamente a 45 grados. La suya es eléctrica, pero os dejo aquí el enlace a una ingletadora manual muy económica:
Para fijarlas sobre la puerta, las clavamos con clavos sin cabeza. Comenzamos usando un sellador pero la verdad es que colocamos los primeros poniendo una tira de silicona / sellador bajo las molduras y además de que luego hay que limpiar lo que rebosa por debajo, con puertas antiguas huecas era totalmente innecesario. Con tres clavos (extremos y centro) por moldura quedaron perfectamente fijadas a la puerta. Hay que tener precaución de clavarlos por la parte más gruesa de la moldura para poder golpear con el martillo con facilidad y para que no se astille. De igual modo, no coloques clavos muy pegados al extremo para que no se abra la moldura. Lo hicimos antes de la última capa de pintura, ya que al ser de un color de madera más clarito únicamente les bastó con una capa de pintura blanca.

Detalle de las nuevas molduras y encuentros
Lijado, imprimación y pintura
Al principio, dudamos si lijar o no previamente las puertas, ya que no tenían demasiado barniz por su estado de desgaste. Aún así comenzamos lijándolas, pero nos resultó una tarea muy tediosa, por lo que lo hicimos solamente en una o dos. Para las demás puertas, únicamente pasamos la lija si había alguna zona con algún relieve o desperfecto. Y la verdad es que el resultado fue muy similar en unas y otras. De hecho, ahora mismo no sabría decir cuáles están lijadas y cuáles no.
En cuanto a la imprimación, días antes habíamos hecho una prueba de pintar un armario pequeño con el mismo tiempo de puerta y no le dimos imprimación. A las horas, conforme empezó a secarse la pintura, aparecieron algunas grietas que no conseguimos tapar de ninguna manera después. Por esto, a la hora de renovar las puertas de casa con pintura, es imprescindible aplicar la imprimación y dejarla secar el tiempo indicado.
Tras la imprimación, tuvimos que dar 3 capas de pintura a cada puerta para conseguir que se viera totalmente blanca, sin transparentar el color de la madera original, que era bastante oscura.
Nos resultaba mucho más rápido y sencillo pintar las puertas antes de colocar los listones de madera, ya que podía hacerse con rodillo sin perder tiempo en encuentros y detalles. Además, al ser de un color bastante más claro que la madera de las puertas, las molduras no necesitaban tantas capas de pintura. Por esto, la capas de imprimación y las dos primeras capas de pintura las dimos sin las molduras, y la última capa de pintura la dimos con las molduras ya colocadas.
Nuevos tiradores y rejillas
Como os he contado, los pomos que tenían las puertas estaban desgastados, eran dorados y bastante viejos. Queríamos cambiar las manillas de acero inoxidable y compramos unos adaptadores para pasar de pomo a manilla. Sin embargo, eran difíciles de colocar y no funcionaban nada bien (al tirar se habrían acabado soltando tal y como funcionaba el sistema), por lo que había bastante peligro de quedarnos encerrados. Por tanto, los acabamos devolviendo y comprando otros pomos con mecanismo similar a los que ya teníamos en casa.
Optamos por comprar pomos redondos de latón con acabado niquelado. Aunque no fue lo que queríamos en un principio, pasar de los antiguos pomos dorados y desgastados a éstos supuso un gran cambio estético. En la puerta del baño, cambiamos la rejilla de ventilación dorada vieja por una de color blanco.
Estamos muy contentos con el resultado, la apariencia es mucho más moderna y dan mayor luminosidad a los pasillos. No es lo mismo que sustituir las puertas de casa, pero nos parece que es una buena manera de renovar las puertas de casa con poco presupuesto y sin invertir demasiado tiempo.

Antes y después de la renovación (La foto del después la he tomado al escribir este post, por lo que podéis ver que hemos hecho alguna obra posterior más, como quitar el radiador del pasillo).
Resumen: Paso a paso para renovar las puertas de casa
- Desmonta los pomos o manillas existentes.
- Corta unos listones de madera con la medida de dos rectángulos o la figura que prefieras con ayuda de una ingletadora.
- Protege con cinta de carrocero o cartones los elementos que no quieras pintar, la pared junto a los marcos de las puertas y el suelo.
- Si lo consideras necesario, lija toda la superficie. Además, limpia bien la puerta para eliminar todo el polvo.
- Aplica una capa de imprimación.
- Aplica dos capas de pintura.
- Apoya la puerta sobre una superficie horizontal y fija las molduras con clavos sin cabeza.
- Aplica una o dos capas más de pintura, según consideres.
- Opcionalmente, puedes aplicar una capa de barniz incoloro para protegerlas más.
- Monta los nuevos pomos o manillas.
Materiales empleados
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