¿Cómo son las fiestas infantiles hoy en día? ¿Han cambiado mucho en los últimos años? En este artículo me adentro en el divertido mundo de los eventos infantiles para hablar de las propuestas de ocio más especiales para los peques.

Este año nuestro hijo mayor ha empezado el colegio. Y con este hito, hemos regresado al mundo de las fiestas infantiles de cumpleaños, con el que no teníamos mucho contacto desde nuestra infancia. Si bien en estos años ha aumentado la oferta en cuanto a lugares a los que ir, las propuestas siguen siendo muy similares desde que éramos pequeños: payasos para niños, piscinas de bolas, circuitos o merienda en el parque.

Si hay una cosa que hemos podido comprobar estos meses yendo a cumples infantiles, es que por mucho que se trate de innovar, “lo de siempre” es lo que más triunfa entre los peques. A veces nos liamos la manta a la cabeza buscando opciones nuevas sorprendentes para los niños y niñas. Y, sin embargo, ellos no necesitan mucho para pasarlo bien: solo estar con sus amigos y amigas, un sitio en el que jugar y algo de animación.

En el ámbito de la animación infantil, hay una propuesta que siempre triunfa: los payasos. Por años que pasen, los payasos siempre consiguen sacar una sonrisa a los mayores y a los pequeños. Por esto, contratar unos payasos profesionales puede marcar la diferencia en tu fiesta.

¿Qué pueden aportar los payasos a una fiesta infantil?

Con el paso de los años, han quedado atrás los típicos shows de payasos en los que veíamos siempre los mismos trucos. Ahora pueden aportar mucho más. Y es que la profesión se ha ido adaptando a los gustos de los más pequeños y son una opción ideal para amenizar cualquier fiesta.

En una fiesta infantil, los payasos ofrecerán un espectáculo muy divertido a los niños, con el que les arrancarán más de una carcajada. Pero también organizarán juegos, canciones, bailes, gymkanas, pintacaras, globoflexia… Incluso es posible que hagan pompas de jabón para los más peques o trucos de magia para los niños más mayores. Y sobre todo, los payasos aportarán un rato de risas, muchas risas.

Por todo esto, los payasos siguen siendo una opción genial para organizar fiestas y eventos infantiles. Los niños y niñas pasarán un rato de lo más divertido en su compañía.

Pintacaras en fiesta infantil

¿Para qué eventos es recomendable contar con payasos para niños?

Los payasos tienen cabida en todo tipo de fiestas infantiles. Ellos pueden adaptar sus espectáculos a la edad de los niños y niñas y al número de asistentes.

Por ejemplo, puedes contar con payasos para divertir a los niños en un cumpleaños, tanto si son niños y niñas que cursan infantil como si ya son de primaria. Pero también puedes contar con ellos para una primera Comunión, o incluso para una boda si hay bastantes niños y niñas entre los invitados. También pueden actuar en una fiesta de final de curso y hasta en las fiestas de un pueblo. ¡Hay muchos eventos donde tienen cabida!

Yo todavía recuerdo con mucho cariño la actuación de los payasos en mi primera comunión como uno de los momentos más especiales del día. ¡Y hace casi 30 años!  Actuaron en el restaurante, tras la comida. Nos juntaron a los niños y niñas de las 3 ó 4 comuniones que se estaban celebrando a la vez y pasamos un rato divertidísimo. Aunque tras tanto tiempo no recuerdo los juegos o trucos en concreto, la imagen de los payasos es una de las primeras que me vienen a la cabeza al pensar en el día de mi comunión.

Payaso de madera de juguete

Un poco de historia: el origen de los payasos

Los payasos llevan amenizando las fiestas nada más y nada menos que desde el año 2500 a.C., cuando eran parte de la corte de faraón durante la Quinta dinastía egipcia. Años más tarde se convirtió en un oficio en China, en el siglo II a.C. Y posteriormente han continuado estando presentes en todas las etapas de la historia: la antigua Grecia, Roma, la Edad Media…

Los payasos más modernos están ligados al mundo del circo, donde se han convertido en una de las actuaciones imprescindibles. El primer payaso convencional fue el inglés Joseph Grimaldi, quien popularizó el maquillaje de cara blanca en el siglo XIX. Posteriormente, Tom Belling creó el personaje del «payaso rojo», que fue seguido como modelo de payaso infantil o de circo: nariz roja, maquillaje blanco y ropa y calzado muy grande. El teatro y la ópera también ayudaron a difundir el papel de los payasos en la sociedad del siglo XX.

Y es que si este oficio ha llegado desde entonces hasta nuestros días, por algo será, ¿no?