Si hace unos años me hubieras dicho que en 2020 llevaríamos 6 años sin tener coche me hubiera costado creerlo. Y más en una familia con un niño pequeño. Pero todo es cuestión de cómo resuelves el día a día y en nuestro caso no podemos estar más contentos.
Mi primer y único coche
Al cumplir los 23 compré un coche, un Opel Astra de segunda mano. En esa época trabajaba en una empresa de construcción y debía ir a visitar obras con asiduidad, de modo que fue una inversión que me apetecía hacer con esos primeros dineros que ganaba. Lo mantuve hasta 2014 y con el devenir de la vida, cada vez fue siendo más innecesario en mi día a día hasta que me deshice de él, ya viviendo con María.

Mi amado Opel Astra el día en que le dijimos adiós.
Fue clave en esta decisión que tanto María como yo comenzamos a tener la vida resuelta a un par de paseos. Nos mudamos de alquiler a nuestro primer piso al centro de Zaragoza (la Calle Alfonso, que no puede ser más céntrica) y teníamos los trabajos a media hora andando. El piso no tenía garaje y el garaje más cercano de alquiler que encontramos estaba a cinco minutos andando. No está mal, tratándose del centro, pero la comodidad de tener un coche para traerte cosillas del Ikea o para irte de fin de semana sin hacer algún que otro malabar comenzaba a no existir.
Así que en 2014 dijimos bye bye a nuestro querido Astra (que nos vio enamorarnos) y comenzamos una vida en familia sin coche; todavía no nos hemos arrepentido de aquella decisión.
¿Todo el mundo puede vivir hoy en día sin coche?
Pues quizás no… o quizás sí dentro de muy poco. Podemos hablar sólo desde nuestra propia experiencia. Y es que si en aquel entonces trabajábamos relativamente cerca de casa, eso no hizo más que mejorar y ahora de hecho echamos de menos un paseo más largo hasta nuestro trabajo. ¡Hay que estirar las piernas!
También contamos con que nuestras respectivas familias tienen coche y cuando surge alguna escapada o plan en que lo necesitemos (cosa que ocurre más bien poco, la verdad, como cada 2-3 meses) lo pedimos prestado si está disponible y nunca nos ponen ningún problema.
Para evitar esto, echamos en falta algún servicio de alquiler de coches por horas en Zaragoza que tenga el suficiente parque de vehículos como para encontrar algún coche cercano y disponible y poder echar mano de él de la manera más cómoda. Estoy seguro de que eso llegará, pero por el momento aquí al menos, no existe esa posibilidad bien resuelta.
Dentro de muy poco tiempo, supongo que será de lo más normal pagar por un servicio en vez de por un vehículo que se pasa la mayor parte del tiempo estacionado sin cumplir con la misión para la que fue comprado: moverse. El coche autónomo tarde o temprano acabará por imponerse y estoy seguro de que será lo más normal del mundo pedir un coche y que venga a recogerte para llevarte a alguna parte, lo que reducirá el número de vehículos necesarios dentro de una ciudad considerablemente y también proveerá a los peatones de más espacio para su esparcimiento.
Y sí, quizás pienses que habrá millones de empleos pendiendo de un hilo en este caso; yo también lo pienso. Pero desde un punto de vista externo y como mero observador, es más que probable que esto acabe por ocurrir, de modo que mejor prepararnos para ello.
Lo que no entra en nuestros planes a corto plazo es comprar un coche para usarlo una o dos veces al mes con suerte; buscarle aparcamiento (vendimos nuestra plaza de garaje y nos redujimos la hipoteca considerablemente) y pagar todos los servicios añadidos, que si no te has parado a pensar, son unos cuantos:
- Coche
- Seguro
- ITV
- Combustible
- Impuesto de circulación
- Mantenimiento del vehículo
- Aparcamiento fijo y/o zonas de pago
- …
Así que hoy en día buscamos que en nuestro día a día la necesidad de tener un coche siga siendo baja, con elecciones cotidianas:
- Estar dispuestos a caminar y disfrutar de ello (Lorenzo incluido) y tener hábitos más saludables
- Usar el transporte público (bus, tranvía, taxis, bicicletas de la ciudad…). Aunque principalmente andamos. Zaragoza es una ciudad comodísima para esto.
- Tener el trabajo cerca. Podemos tener la capacidad de elegir siendo ambos autónomos
- Buscar colegios y actividades cerca cuando toque. Valoramos mucho la vida familiar y la practicidad, así que en la medida de nuestras posibilidades, optaremos por hacernos la vida más fácil en estos aspectos.
No os imagináis la de tiempo que ahorramos en nuestro día a día con este estilo de vida que tenemos montado. Y sí, no todo el mundo puede organizarse como lo estamos haciendo (la verdad es que se nos han alineado los astros), pero tan pronto como los coches de alquiler por pequeñas franjas se popularicen, estamos seguros de que el coche en posesión acabará por desaparecer. Al fin y al cabo ya lo hacemos con bicicletas, patinetes, vídeo, alquiler de videojuegos… Los saltos tecnológicos acabarán por imponer otro modelo y ojalá la industria y los gobiernos se lo vean venir de lejos, que esto está al caer.
Eso sí, si ampliamos la familia mientras tanto, quizás no nos resulte todo tan fácil…
¿Alguna reflexión? ¿Hay por ahí alguna familia sin coche? ¡Contadnos!
Deja tu comentario