Hace un tiempo que decidimos cambiar nuestro champú habitual por un champú sólido más natural y sostenible. Ahora estamos muy contentos con el cambio, sin embargo, el proceso para adaptarnos no fue del todo sencillo. En este post te cuento cómo ha sido nuestra experiencia, para ayudarte a elegir el champú sólido perfecto para tu pelo.
Como os contamos hace unos meses en el post sobre cómo reducir el consumo de plástico en casa, llevamos un tiempo tratando de controlar los residuos plásticos que producimos. Y en este proyecto, una de nuestras primeras medidas fue sustituir el champú líquido que veníamos usando por otro champú en formato sólido. El objetivo fundamental era ahorrarnos ese bote de plástico que tirábamos a reciclar aproximadamente cada mes o mes y medio. Pero, de rebote, hemos descubierto otras ventajas en el uso de champú sólido.
El cambio no fue fácil. Nos supuso unos cuantos meses de prueba – error hasta que dimos con el champú acertado para nuestro pelo. A decir verdad, a Dani le servían todos los que íbamos probando. Sin embargo, yo tuve más problemas para dar con el correcto. Por esto me gustaría contaros en este post cuál fue nuestro proceso y cuáles fueron las claves para elegir champú sólido perfecto para mi pelo.
Consejos para elegir el champú sólido más adecuado para tu pelo
Cuidado con los sulfatos
Como os cuento más adelante, al poco tiempo de usar champú sólido se empezó a descamar mi cuero cabelludo. Buscando el motivo de esta irritación capilar, encontré el culpable en los sulfatos, concretamente en el Sodium Lauryl Sulfate (SLS).
El Sodium Lauryl Sulfate (SLS) es un detergente muy eficaz para eliminar la grasa. En el champú se emplea como tensoactivo, y gracias a él producen abundante espuma. El problema en su uso como champú es que, al ser un quita-grasa, también eliminan los lípidos naturales de nuestra piel,. Esto provoca enrojecimiento, irritación e inflamación.
Hay muchos champús, tanto sólidos como líquidos que tienen este sulfato entre sus ingredientes. Particularmente recomiendo evitarlo, por motivos evidentes. Además del daño que causa en tu cuero cabelludo, es necesario darle un tiempo después a tu piel hasta que recupera su equilibrio.
También hay que tener cuidado con una de sus variantes, el Sodium Laureth Sulfate (SLES).
Otros de los ingredientes a evitar al elegir el champú sólido perfecto para tu pelo son los PEG (o terminados en -eth). Estos ingredientes eliminan humedad en el cabello, dejándolo mucho más seco. También afectan a la piel de forma similar.
Las mejores alternativas a los sulfatos
Para evitar el SLS y el SLES a la hora de elegir el champú sólido perfecto para tu pelo, podemos recurrir a los tensoactivos de origen vegetal. Dentro de esta familia de surfactantes, podemos recurrir a:
– Champús hechos a partir de sosa cáustica. Es decir, formulados a partir de la receta tradicional del jabón. La mezcla de aceites y sosa cáustica produce un jabón sencillo y eficaz. Sin embargo, su pH puede irritar el cuero cabelludo tras un periodo largo de uso. Además, deja el pelo apelmazado y reseco.
– Champús hechos con tensoactivos suaves. Este tipo de surfactantes no provocan irritación en el cuero cabelludo, ya que son muy respetuosos con su equilibrio de grasa y humedad. Están hechos a base de coco, siendo los más frecuentes el las siglas SCI o SCS (o Sodium Cocoyl Isethionate (SCI) y el Sodium Coco Sulfate (SCS). Con este tipo de champús el pelo queda muy suave y suelto. Estos son los que yo uso.
Elige el champú sólido más adecuado para tu tipo de pelo
Hay muchas variedades de pelo: seco, graso, liso, rizado, fino… Y, del mismo modo que existen champús líquidos optimizados para cada tipo de cabello, también hay una enorme variedad de champús sólidos en el mercado entre la que podrás encontrar el más adecuado para ti.
Simplemente se trata de dar con el champú sólido que tenga los ingredientes secundarios más adecuados para tu tipo de cabello. Las posibilidades son casi infinitas: jojoba, menta, diversos tipo de aceite, manteca, keratina vegetal, arcillas, romero… Cada formulación es diferente y con un buen asesoramiento podrás dar con la combinación de ellos que resulte perfecta para tu pelo.
Además, si no obtienes un resultado óptimo con ninguno de los que pruebes, puedes recurrir a otros productos complementarios para terminar de adecuarlo. En el mercado hay también una gran variedad de productos naturales para este fin, como acondicionadores, sérum, aceites o mascarillas.
Ten paciencia
Dar el cambio de champú líquido a champú sólido requiere un poco de paciencia. En primer lugar, porque elegir el champú sólido perfecto para tu pelo requiere de un tiempo de prueba – error hasta dar con el más adecuado para ti. Sin embargo, este periodo de prueba también puede ser divertido. Es tanta la variedad de ingredientes, aromas, texturas… que tiene un punto de disfrute experimentar con los diferentes champús.
Y en segundo lugar, también lleva un tiempo que el pelo se acostumbre a vivir sin los químicos y siliconas que llevas toda la vida empleando con los champús tradicionales. Si lo estás notando mucho, quizá puedes alternar durante un tiempo tu champú líquido habitual con el nuevo champú sólido. Sin embargo, creo que este periodo de adaptación merece la pena, ya que estás acostumbrando a tu pelo para el resto de la vida.
Personalmente, antes de pasarme al champú sólido yo llevaba un tiempo evitando las siliconas y los parabenos en los champús líquidos que compraba. Por esto, no noté mucho cambio en este sentido al pasar al champú sólido.
Nuestra experiencia al elegir el champú sólido
Nuestros primeros pasos
Como comentaba al principio, me costó un tiempo dar con el champú sólido más adecuado para mi pelo y mi piel. Tuve que probar unos 4 ó 5 champús antes de dar con el que me convenció y empleo actualmente.
El primer champú sólido que probamos lo compramos en una franquicia de jabones a granel aprovechando un viaje a Barcelona. Nos desbordó la gran cantidad de variedades y olores que había, y lo compramos un poco al tuntún, basándonos solo en el olor. Con esta primera pastilla comprobamos que el pelo se nos quedaba igual de limpio que con el champú líquido comercial que solíamos emplear. Al mismo tiempo, nos hicimos una idea de lo que cundían las pastillas de jabón sólido y de que cuadraba más o menos con lo que nos habían dicho.
Sin embargo, decidimos buscar alguna alternativa en tiendas locales de Zaragoza. Dimos con una tienda en la que vendían unos, que no terminaron de convencernos por venir envueltos en plástico. Después dimos con otro, pero era de color negro y comenzó a teñir el suelo de nuestra la ducha.
Usando este último champú, noté que mi cuero cabelludo estaba irritado, me picaba y comenzaba a descamarse. Buscando información sobre cuál podía ser el motivo, di con mucha información que hablaba acerca de los sulfatos, en concreto del Sodium Lauryl Sulfate (SLS). Al leer los ingredientes de los 3 champús que habíamos usado hasta entonces… ¡bingo! Todos lo contenían.
El descubrimiento de los champús sin sulfatos
A raíz de esto, y al no encontrar mucha más variedad en nuestra ciudad, hicimos una compra online en Planeta Huerto con un par de champús de distintas marcas sin sulfatos para probarlos. Me gustó como me quedaba el pelo con ambos, y poco a poco fui notando como se recuperaba mi cuero cabelludo. Entre ambos, escogí los champús sólidos de INUIT. Tienen una variedad enorme de champús para distintos tipos de cabello, por lo que es fácil encontrar entre ellos lo que andas buscando.
Este fue nuestro proceso para elegir el champú sólido perfecto para mi pelo. Tras aproximadamente un año empleándolo, puedo decir que mi pelo se queda siempre suave, que aguanta limpio entre lavados, que mi piel está bien… y que no noto diferencias con los champús líquidos que empleaba con anterioridad. Por el momento no utilizo ningún acondicionador ni mascarillas adicionales, si bien me gustaría comenzar a probar con algunos productos naturales para ver si lo noto todavía mejor. ¡Ya os contaré!
Aunque por el momento no los he encontrado en tienda física en mi ciudad, lo que hacemos para compensar el gasto de envío y su impacto ambiental es, ahora que sabemos que nos funciona este champú, hacer un pedido grande con pastillas de gel y champú para varios meses. Además, aprovechamos a comprar algunas otras cosas en los mismos pedido, como las nueces de lavado de las que os hablé en el post sobre el ahorro de plástico. No obstante, esperamos que con el tiempo estos champús vayan siendo más comunes y puedan encontrarse con más facilidad en las tiendas físicas.
Ventajas de usar champú sólido
Si estás dudando si dar el cambio a los champús sólidos, yo te recomiendo probar. No se pierde nada, y siempre puedes volver a los líquidos si no das con el adecuado para tu pelo. Si todavía te falta un empujoncito para dar el paso, te cuento aquí cuáles son las principales ventajas si te decides a probarlos:
- Menor impacto medioambiental. Con el champú sólido reduces los residuos generados al no tener un envase plástico. Pero además, suelen tener un menor impacto ambiental debido a los productos químicos que no se emplean en su composición, así como menos microplásticos.
- Reduces los químicos que aplicas en tu cabello, usando a cambio ingredientes naturales.
- Son más compactos, por lo que ocupan menos espacio. Esto es especialmente práctico para ir de viaje o al gimnasio. Además, acumulas menos envases en la zona de la bañera.
- Menor huella de carbono. Al ocupar menos espacio y pesar menos se necesita menos espacio y energía para su transporte y, por tanto, suponen una menor emisión de CO2.
¿Cómo aplicar correctamente el champú sólido?
El procedimiento para lavarse el pelo con un champú sólido es muy similar a hacerlo con champú líquido. Únicamente hay que tener en cuenta algunas claves para que el resultado sea óptimo.
- Moja bien todo tu cabello.
- En función de la longitud y cantidad de pelo que tengas, puedes frotar directamente la pastilla de champú por el pelo o bien crear la espuma en tus manos y directamente aplicar la espuma sobre el cabello.
- Aclara muy bien. Este punto es muy importante para que no se queden restos en el pelo que hagan que se note apelmazado.
- Según tu tipo de pelo, puedes tener que aplicar una segunda vez el champú o con una vez bastará.
- Si lo consideras necesario, puedes aplicar un acondicionador o mascarilla complementaria.
Por último, es muy importante guardar el champú sólido correctamente, de forma que se seque bien para mantener sus propiedades. Lo mejor es apoyarlo en una jabonera que no acumule el agua. También es conveniente que esté alejado de la luz solar.
Espero que nuestra experiencia te sea útil si estás buscando consejos para elegir el champú sólido perfecto para tu pelo. Como has podido leer, nuestro cambio llevó un poquito de tiempo pero ahora estoy súper contenta con la decisión. ¿Has pasado por un proceso similar? ¿Qué champú sólido sueles emplear?
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